martes, 28 de abril de 2009

El museo de salón de clases

La verdad es que extraño un poco la escuela. Pienso en eso ahora, ya lo había pensado antes. Creo firmemente en dos cosas: primero, que la única razón por la que no deserté de la escuela años atrás es por el dibujo; y dos, que todos esos años de dibujar en clase fueron los que me dieron la habilidad de dibujar hoy en día. Agradezco a todos y cada uno de los maestros aburridos, frustrados y adictos a divagar de un tema a otro, por haberme dado el tiempo y las circunstancias necesarias para desarrollar mi técnica.
Hablo en serio. Un salón de clases + un maestro aburrido = Ambiente perfecto para dibujar. Mientras más nefasto el maestro, mejor y más detallado el dibujo. Me refiero a esos maestros que confunden el aula escolar con el consultorio de un psicólogo; esos que escupen cuanta pendejada se les venga a la mente y hablan y hablan porque no tienen a nadie más que los escuche. Tuve mi primer maestro de esos en quinto de primaria. El idiota tenía que enseñarnos geografía pero en vez de eso nos contaba de cómo subió al Iztaccihuatl cuando era joven y perdió a dos compañeros, y luego la virgen se le apareció o una mamada por el estilo. El caso es que nunca daba clases y en vez de eso sólo se vanagloriaba frente a nosotros. Él es el primero en una larga fila que aun no termina.
Hay dos opciones: Escuchar al maestro y desear estar muerto, o bien, dibujar y hacer que la voz del maestro se convierta en una voz como la de los maestros de Charlie Brown. La cosa esta en levantar de vez en cuando la mirada, verlo a los ojos como si se estuviera aprendiendo una valiosa lección, asentir de vez en cuando y regresar a dibujar. Preferentemente atrás para que el maestro piense que uno esta tomando nota de todo el conocimiento de vida que esta transmitiendo.
Recientemente, en mis últimos días en la universidad, me he empezado a poner nostálgico ¿Dónde dibujaré ahora? Claro, puedo hacerlo en cualquier parte. En mi casa, en la calle, pero todo siempre esta lleno de distracciones. Un salón silencioso (a excepción del idiota que habla y habla) en el que no te puedes parar o hacer nada, eso es lo que extrañaré.
Y sí, a medida que los semestres avanzan y las materias se vuelven cada vez más insulsas y ridículas, más dibujos van saliendo: Hitler Bunny, sí, sé que la suástica esta al revés pero son conejos, así que eso debería ser lo menos importante.

1 comentario:

conigliett@ dijo...

yeah!!! tratando de encontrar uno de tus stenciles entre las fotos que he tomado, y que por cierto no he encontrado, decidí entrar acá y veo q si ha crecido esto, qué chido!!! y al menos tendré este dibujo por aquí ya que nunca lo llevaste, pff!!! bueno, pus seguiré dando baboseando por aquí! ciao!!!