miércoles, 28 de enero de 2009

¡¡¡BUILDING BOTS!!!



Parecen el resultado de alguien que se puso a fumar mota mientras veía repeticiones de los Transformers pero en realidad los Building Bots existen y a quien lo dude, puede ir a Acapulco a confirmarlo.
Así es, hice el dibujo en estas pasadas vacaciones decembrinas durante mi estancia familiar en Acapulco. Mi mamá es capaz de vender un riñón con tal de llevarnos a mis hermanos y a mí, le encanta, y después de varias veces se ha vuelto algo bastante familiar. Quiero decir que todos los años es lo mismo y eso me agrada. Mismo hotel con los mismos huéspedes del año anterior y del anterior: el gringo viejo que se unta demasiado bronceador y acaba pareciendo una estatua oxidada de cobre, las señoras con las piernas pálidas y celulíticas, las familias de judíos ortodoxos que no se quitan la kipá ni para aventarse clavados en la alberca. La misma banda tocando en el bar del lobby por las noches con la misma cantante que igual puede cantar canciones de la Sonora Santanera como de los Rolling Stones sin perder en ningún momento el estilo y siempre con un ritmo demasiado contagioso; y como olvidar al mismísimo viejito extranjero que todos los años baja a ver a la banda y a contribuir de cierta manera tocando la campana al ritmo de la salsa, la cumbia, el merengue o lo que le pongan que le haga olvidar las frías y lejanas tierras de las que seguro proviene.
Uno ve al viejito cada año emocionadísimo tocando la campana con la baqueta y moviéndose al ritmo del “Yerberito Moderno”. Si yo me emociono de oír la huarachera cubana de Celia Cruz, imagínense alguien que viene de países nórdicos en los que ni siquiera sale el sol.
… Y así es como uno se desvía del tema y termina hablando de una cosa totalmente distinta. Con todo eso sólo quiero ilustrar un poco el ambiente de mis navidades. Una rutina que me agrada bastante, y parte de esa rutina es tener una habitación en un piso alto. En serio, mi madre saca su lado rudo cuando se trata de los cuartos del hotel; puede pasar horas en la recepción del lobby peleándose y sin moverse hasta que le den una habitación en los pisos altos (para la vista) y del lado derecho (para que no de el sol todo el jodido día). Todo aquel que sepa quien es Lois, la madre de Malcolm podrá imaginarse a mi mamá de una forma más clara.


Siempre lo consigue, y algo que sobresale de la vista de esos cuartos es que justo enfrente de la ventana hay unos imponentes departamentos (seguramente de magnates judíos, narcotraficantes o una extraña mezcla de ambos) que para mí siempre han parecido tres gigantes robóticos con muy mala cara. El dibujo es fiel a las construcciones originales, lo juro, quizá sólo torcí una línea por aquí y otra por allá pero no agregué ni quité nada. Es una lastima, tomé una foto de los edificios con el celular de mi madre, pero murió pocos días después y con el se llevó la foto (y la fe de mi madre en la tecnología).

¡Son los Building Bots! Imponentes de día y especialmente aterradores de noche, cuando prenden todos sus rostros con luces rojas para el tráfico aéreo.






(Nota: A esto me recuerda el viejito huapachoso de la campana tocando en el lobby hasta altas horas de la noche con la banda: http://mx.youtube.com/watch?v=_Mie9hhQTUM&feature=related. Lástima que no encontré la versión completa, malditos derechos de autor de youtube )


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ACTUALIZACION DE ÚLTIMA HORA: Me costó algo de trabajo pero ahi los tienen http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=761076 ¡Los Verdaderos Building Bots! De verdad ¿Hay algo que no se pueda encontrar en internet?

1 comentario:

Pawi dijo...

Estan mucho mejor los abandonados llenos de ratas y vagabundos al lado de hoteles de cinco estrellas, esos que alguna vez fueron grandes